El Ártico es un área alrededor del Polo Norte, que incluye parte de los países como Rusia, Estados Unidos (Alaska), Canadá, Groenlandia, Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia y el Océano Ártico. Esta región fría que se localiza en la zona más septentrional o norte del planeta, ocupa un área de 16.500.000 kilómetros cuadrados. Esta área se extiende desde el Círculo Polar Ártico, ubicado a los 66° de latitud norte, hasta el polo norte. Esta enorme región blanca, se encuentra cubierta por capas de hielo grueso o más

técnicamente hablado, “permafrost” que han permanecido por más de 800 mil años, formando así una tierra despoblada de flora, pero que se ha convertido en hogar de otras miles de especies y organismos que viven en los fríos hielos, tales como el caso de los mamíferos marinos y hasta de pequeños asentamientos humanos. El clima de la región es muy variable. Durante los meses de invierno las temperaturas alcanzan, en algunas zonas, los -60° C, mientras que en verano suelen llegar a los 20°C. Las precipitaciones, al igual que el clima son muy variables. En algunas áreas de la región llega a llover 1000 mm anuales, mientras que otras las lluvias son casi nulas, llegando a los 200 mm anuales.
En la región del Ártico, habitan los Inuit o también conocidos como Yupik, originarios de la región de Siberia, llegaron a las costas nortes de América, Canadá y Groenlandia hace 1300 años. En la actualidad la población esquimal es de 21.000 habitantes en toda la región. La dieta básica de los habitantes está basada en pescados, como el salmón, y carne de foca, que son cazados con herramientas tradicionales que aún perduran desde los tiempos primitivos.
La creciente importancia del Ártico
El Ártico es el área más vulnerable del mundo, debido a que el calentamiento global funde el permafrost, dejando paso al agua que absorbe la luz solar y que no alcanza a cumplir la función, de la gran capa de hielo, que es la de reflejar la luz.
La ubicación, extensión y la posibilidad de que, gracias al retroceso de los hielos, se crean nuevas rutas marítimas, resulta para los Estados Árticos una nueva estrategia.
En la actualidad existen tres rutas de navegación transárticas, el paso del Noroeste (Alaska, Canadá y Groenlandia) la ruta del Mar del Norte y la Ruta transpolar, todas estas vías de comunicación poseen un enorme potencial para acortar los tiempos empleados en la navegación del trasporte marítimo de mercancías desde el Pacifico a las costas del Atlántico europeo y norteamericano y viceversa.
Si bien actualmente estas rutas no son del todo transitables de forma permanente, debido a las capas de hielo, el gradual retroceso de las mismas posibilita que poco a poco la navegación en estas aguas sea de gran importancia, ya que gracias a estas “nuevas rutas marinas” se acortarían las distancias, lo que permitiría economizar tiempo, gastos y por otro lado minimizar el riesgo de sufrir asaltos piratas como lo que sucede en el estrecho de Malaca o el Cuerno de África.

Otra de las grandes ventajas y que llama aun más la atención de los países limítrofes a la región del Ártico, es la gran cantidad de recursos naturales con la que la región cuenta. Esta región alberga importantes reservas energéticas y minerales, así también como grandes zonas de bancos pesqueros de los cuales los países con dominio de la región hacen provecho.
Del total de las reservas mundiales de petróleo y gas, 5.3% y el 21.7% se encuentran en el Ártico. El país que corre con mayor ventaja es Rusia, ya que la mayoría de los yacimientos de gas y petróleo se localizan en su territorio. Alrededor del 97% de la producción total de petróleo y gas del Ártico tienen lugar en dos países, el primero y como mencionamos anteriormente, con mayor ventaja debido a la gran extensión territorial con la que cuenta el país, es Rusia, mientras que el otro es Estados Unidos (Alaska).
Rusia además, extrae la mayor cantidad de minerales de la región, lo que lo convierte en el país que mayor provecho obtiene de la zona del Ártico. Cabe mencionar que esta región es rica en abundantes depósitos de minerales como el carbón, hierro, cobalto, cromita, titanio, cobre, oro, plata, estaño, entre otros.
Otra de las actividades y quizás de las de menor importancia, que en conjunto con las ya mencionadas, hacen de la región aun más aprovechable, es el turismo. El turismo “polar” es una industria de rápido crecimiento que en la actualidad, se está expandiendo en los diferentes operadores turísticos y las actividades recreativas que estas realizan para el disfrute del turista. Si bien es una ventaja para la región, ya que atrae oportunidades económicas, generando ingresos y puestos de trabajo incluso hasta para las comunidades nativas de la región, por otro lado ayudan al crecimiento de la contaminación de la zona.
Dos gigantes en disputa
La región del Ártico, tuvo su mayor auge mucho antes de la que le dio el retroceso de los hielos producto del calentamiento global. Durante la guerra fría esta región, se considero escenario apto para el lanzamiento de misiles por parte de las dos superpotencias (Estados Unidos y Rusia) y la circulación de submarinos nucleares de la OTAN y el Pacto de Varsovia.
En 1982 se firma la Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho del mar, un acuerdo internacional que entro en vigencia en el año 1994, que promueve la utilización equitativa y eficiente de los recursos, al igual que la protección y preservación de la porción de territorio con la que cuente dicho país. Es decir que todo país contaría con una zona económica “Exclusiva” que comprendería las 200 millas náuticas más allá de sus costas, lo que le permitiría a cada país el derecho de explotar los recursos que les presentara dicha área, cabe señalar que las 200 millas náuticas, se empiezan a contar a partir del territorio ubicado más al norte de dicho país, lo que puede incluir hasta un islote o una extensión de la plataforma continental.
La región del Ártico a diferencia del polo opuesto, la Antártida, es un territorio en donde cinco países, Canadá, Dinamarca, Noruega, Estados Unidos (Alaska) y Rusia, ejercen autoridad y por lo tanto tienen el derecho de explotar sus recursos, siempre y cuando estén dentro de sus fronteras (200 millas náuticas desde su punto más extremo).
Los conflictos empezaron cuando los países litorales al Ártico, comenzaron a investigar la zona. Esta región que proporcionaría en un futuro no muy lejano minerales, hidrocarburos y nuevas rutas, terminaría beneficiando a los países con los que limita.
El país mas beneficiado es Rusia, debido a que las grandes reservas de gas y petróleo ártico, se encontrarían en su territorio.
Históricamente, la región del Ártico ha jugado un papel muy importante en la agenda política del país asiático. En el año 1910, buques de la Armada Rusa fueron enviados para explorar las rutas del Mar del Norte, mientras que en el año 1926, Moscú declara la tierra en el interior del triangulo entre el Polo Norte, el Estrecho de Bering y la Península de Kola como territorio de la Unión Soviética, lo que más tarde le traería consecuencias y disputa con países vecinos. Durante la Guerra Fría, esta área fue la frontera más cerca entre Rusia y Estados Unidos, una región muy crítica para los enfrentamientos nucleares. Si bien tanto Rusia como Estados Unidos, se esconden en discursos geopolíticos, que buscan generar negociaciones, cooperar con los demás países y fomentar el cuidado de la región, para beneficencia de todos los países limítrofes al Ártico, Rusia por otro lado impone su imperialismo y patriotismo, tal como lo hizo en el año 2007, año en el que envía una expedición al Polo Norte, para plantar una bandera de dicho país en el fondo del mar, marcándolo como territorio ruso.

Estados Unidos, país que forma parte del Ártico, debido a Alaska, que fue comprada a Rusia en el año 1867 por una cifra de 7.2 millones de dólares y que EE. UU la adopta como su 49° estado, decidió combatir en respuesta a las “agresiones” rusas, enviando fuerzas especiales a sus fronteras, con el fin respaldar la seguridad ante un posible ataque de misiles, ataques terroristas y brindar la libertar de navegación y la libertad de mar, ambas como una prioridad nacional. Estados Unidos juega en desventaja, ya que no cuenta con la infraestructura y con las herramientas para la exploración más profunda del Polo Norte, a diferencia Rusia que cuenta con mayor cantidad de buques rompe hielos que le permitieron ingresar, aun mas de sus límites permitidos, lo que les otorgo mayores datos sobre la región.
Si bien ambos países tienden a la involucración de las fuerzas especiales, también tienen en común la búsqueda de una solución al conflicto que se produce en el estrecho de Bering desde el año 1990, en cual Rusia no ratifica la división del mar para ambos países.
Ante un reclamo ruso hacia la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la cordillera Lomonosov como una posible extensión de su plataforma continental, Moscú podría ratificar una superficie aun mayor sobre el Ártico. En esta área equivalente a la extensión de Alemania, Francia e Italia juntas, es decir 1.2 millones de kilómetros cuadrados que se extenderían la línea costera norte, la frontera Noruega al oeste y hasta el estrecho de Bering, grandes reservas de unos 100 mil millones de toneladas de petróleo y gas natural, al igual de miles de toneladas de existencia de diamantes, níquel, oro y estaño quedarían en manos rusas, dicho esta que este reclamo alerto a los países vecinos que conforman la región del Ártico, lo que tanto Estados Unidos, Canadá y Noruega le disputan a Rusia.