Hace millones de años, el mundo no era igual que el que hoy conocemos, las fuerzas internas de la tierra, produjo que las placas tectónicas cambien, produciendo el desplazamiento de la litósfera, proceso que sigue sucediendo en la actualidad.
Hace unos 335 millones de años aproximadamente, la tierra era diferente.
A finales del Paleozoico y comienzos del Mesozoico, las tierras emergidas se agrupaban en un único continente llamado PANGEA. Este supercontinente se encontraba rodeado por un único océano llamado Panthalassa. Por producto de los movimientos de las placas la Tierra siguió cambiando su forma y estructura, este proceso aun vigente, tardo millones de años dando origen a nuevos espacios.
A comienzo del periodo Jurasico, producto de los cambios y los movimientos internos de la tierra, el supercontinente comenzó a dividirse, formando así dos grandes bloques continentales, Godwana y Laurasia, ambos separados por un mar, el famoso mar Tetis.
Godwana estaba formado por lo que hoy conocemos como la Antártida, África, Sudamérica, Madagascar, Australia e India, mientras que Laurasia por lo que hoy se conoce como Norteamérica, Europa y Asia. Pero los cambios continuaron, continentes que hoy se encuentran como un único antes se hallaban separados, tal es el caso de América.
Estos aspectos en la actualidad siguen cambiando debido a que la Tierra es dinámica, es decir que está en constante movimientos y cambios. El aspecto actual que tiene el planeta, es producto de millones de años de movimientos internos y agentes externos que actúan cambiando la apariencia de nuestro planeta. Tenemos que tener en cuenta que este aspecto no es permanente, debido a que por ejemplo el Océano Atlántico se ensancha aun mas separando a África y América, disminuyendo el Pacifico, al igual que el Mediterráneo, este ultimo debido a que el continente Africano avanza al encuentro de Europa achicando así la brecha de separación de ambos continentes.